Este es el espacio dedicado a nosotros, los voluntarios. Somos personas con iniciativa, nos gusta escribir, pintar y hacer multitud de actividades.
Si quieres aportar tu granito de arena, con un nuevo tema de discusión, texto, poema, dibujo... y quieres compartirlo con el resto de voluntarios y visitantes, envíalo a la siguiente dirección de correo y será publicado en este blog:
Si quieres aportar tu granito de arena, con un nuevo tema de discusión, texto, poema, dibujo... y quieres compartirlo con el resto de voluntarios y visitantes, envíalo a la siguiente dirección de correo y será publicado en este blog:
blogvoluntariadoudp@gmail.com
o
UDP: Unión Democrática de Pensionistas
Voluntariado Social de Mayores UDP
Calle Alcalá, 178 - Bajo
28028 - Madrid
--------------------------------
--------------------------------
Por C.J.Florentino (Voluntaria de UDP Madrid):
Mi Hermano Gemelo
Todo comenzó aquella mañana. Noté que nuestra dueña se asustaba y volvía a
acariciar a mi gemelo. No la entendí muy
bien, pero murmuraba algo sobre un polizón,
un intruso al que nadie había
invitado y que habría que desalojar a la mayor brevedad posible. Y, a partir de
ahí, suceden cosas extrañas. Ya nada es como antes. Yo he pasado a un insignificante segundo plano
y no sé por qué, pues nunca había
habido diferencias entre nosotros.
La verdad es que el intruso debe de ser
muy importante y difícil de localizar. Ahora nos pasamos la vida yendo a sitios
en los que nunca habíamos estado antes donde yo quedo en un absoluto anonimato, y a él, le
prestan una atención desmesurada. Hoy un aparato que lo estruja, mañana unas
agujas que se clavan hondo, luego más
artilugios que lo vigilan con saña, como si fuera un delincuente. Y mi gemelo
ni rechistar. No se si es muy valiente o
está muerto de miedo. Nunca hemos sentido la necesidad de comunicarnos, pues las experiencias siempre han sido mutuas, y no nos hemos preocupado por averiguar que sentíamos por separado. Pero ahora, estoy realmente intrigado ¿para que tanto
movimiento de acá para allá? y siempre
él, el protagonista.
Soy incapaz de saber como se siente, pues
mantiene un mutismo total. Quizás siempre fue así y no había reparado en ello…
Lo más misterioso sucedió hace unos días. Nos llevaron en una cama que corría por los pasillos dando
bandazos como si estuviera borracha. Terminamos en un sitio muy frío. No soy
consciente de lo que pasó allí pero mi gemelo ha sufrido una transformación considerable. Adiós al compañero pálido y
recatado que ha vivido junto a mí toda
la vida. Hoy, no sabría como calificarlo, casi todo su
contorno esta teñido de un rojo oscuro (que la verdad no le sienta nada bien) y
con unas extrañas costuras que le dan un aspecto lamentable. Encima se ha encogido. Y ahí estoy yo:
pálido, flácido y desfasado, sin saber a
que atenerme.
Las idas y venidas continúan,
ahora con algún que otro
inconveniente añadido, las noches son uno de ellos. Nuestra dueña no puede dormir a causa de mi
gemelo, parece ser que tiene mucho dolor
y no le deja conciliar el sueño. Se lo
he escuchado decir a ella pues últimamente
habla mucho y repite siempre lo mismo: “Me han operado
de un cáncer de mama” No se que significa. Quizás tenga que ver con
el intruso misterioso pero a mí me tienen hecho un lío. Espero que todo se normalice y mi gemelo vuelva a estar junto a mí, sin
tanto revuelo.
- - - - -
Todos Temen Tu Nombre
Mis dedos se quedaron quietos, tensos, expectantes. Respiré hondo y volví a palpar. Sí, no había
duda, allí estabas silencioso pero firme instalado en mi planeta izquierdo. Mi
cara reflejada en el espejo del baño era todo un poema, una mezcla de temor,
incredulidad y desconcierto. Tengo que confesar que no pude reprimir una
carcajada. No hay nada más cómico que una cara de susto y la mía no era una
excepción. Mi mente se puso a trabajar, a barajar todas las posibilidades,
¡todas! ¿Cuáles? Por más que rebusqué,
en aquel momento sólo encontré dos y eran incompatibles.
Emprendí el camino habitual en estos casos, y hoy, después de
tres meses de pruebas y más pruebas, consultas y más consultas, cirugía
incluida, las posibilidades se han reducido a la mitad. La mitad que todos
temen: “Cáncer”.
Cuando me lo comunicó el cirujano, la
verdad es que no me causó ninguna
emoción especial. No me vine abajo, no me asusté, no me
pregunté ¿por qué a mí? El cirujano me miró de soslayo, seguro que pensó: ¿Esta
buena señora se habrá enterado bien de lo que le acabo de decir?
Al salir de la consulta y de
vuelta a casa, algo en mi interior me susurraba: ”no lo mires como a un enemigo, sólo es una nueva experiencia que añadir al
currículum de la vida”. “Mantente alerta,
porque quizás haya venido ha enseñarte
algo importante”. “No permitas que el miedo te paralice, se dueña de tu vida y vive con alegría hasta lo que hoy pueda parecerte negativo.” De aquel mensaje esperanzador,
mi cerebro sacó su conclusión. Si no
puedes zafarte del enemigo únete a él, trátalo de tú a tú, pero con respeto,
escúchalo, a lo mejor hasta entiendes su
idioma.
En estos tres meses, la
primera lección a digerir ha sido la
aceptación; la segunda, la paciencia. Y en la nueva andadura emprendida, el
apelativo de paciente se ha convertido en pacientísimo. Ahora me derraman las horas en
salas de espera, pendiente de que mi número
salga en una pantalla.
Si el tiempo es oro, yo estoy perdiendo una fortuna irrecuperable.
Pero aquí, nuestro tiempo no está
valorado en toda su importancia vital…
- - - - -
Voluntarios
Compañeros voluntarios
de UDP, hoy nos han acogido nuestros
amigos de la ONCE , (a los que felicito por su reciente Príncipe
de Asturias), porque UDP quiere hacer un
Encuentro-homenaje a sus voluntarios. Yo sé que somos pocos, pero decididos. Y
que a pesar de que a estas alturas del camino con las alforjas cargadas de
achaques, soledades, amor y nostalgias, con los bolsillos mermados. Y, con la
sensación de que ya lo tenemos todo
hecho en la vida. Resulta que el corazón está repleto, y dispuesto a compartir todo este bagaje, con otros ancianos
ávidos de compañía, que les ayuden a
aliviar sus horas vacías, sus silencios,
rutinas y enconos. A recordarles con un
abrazo, con un apretón de manos, o una sonrisa, que todavía son importantes para alguien. Que
por un par de horas somos esa familia del alma sin historia ni rencores, a la
que poder confiarles penas o alegrías. A
despistarnos y reírnos juntos jugando al
cinquillo. Y, en aquellas que ya ni recuerdan quienes son, encenderles un
chispazo de luz en la mirada, por el
vago recuerdo de otros días.
Hay veces, que salimos
con el corazón triste al constatar el gran deterioro que van sufriendo estas
amigas entrañables. Cómo los años las van vaciando de si mismas, y vagan con la
mirada perdida en algún abismo lejano. Quizás
sea también porque ellas nos hacen de espejo y eso nos duele.
Bueno chicos, no
quiero seguir por ahí, hoy es un día de
alegres reencuentros y vamos a
vivirlo a tope, para cargar pilas contra el desanimo. A si, que manos a la obra. ¡Feliz día para todos!