¿Al cumplir los 65 dejo de ser una persona útil?

En los últimos 40 años, la sociedad en la que vivimos ha experimentado fuertes cambios. Esos cambios han afectado de una manera importante al papel que las personas mayores tenéis en la familia y en la sociedad en general.

Las personas mayores en la actualidad hacéis frente a situaciones que no se daban anteriormente: la soledad en los domicilios, la ausencia de actividades que os mantengan activos y en las que poder emplear el tiempo libre o, por lo general, el seguir sintiéndoos útiles.

La sociedad actual no es más que un reflejo del trabajo y desarrollo que vosotros y vuestros congéneres habéis llevado a cabo años atrás, a base de revoluciones y trabajando duro por el bienestar propio y el de vuestros seres más cercanos.

Entonces, ¿por qué no seguir siendo personas activas y preocupadas por lo que os rodea?

Con la llegada de la jubilación, llega un cambio brusco en el día a día de la persona. Cuando nos levantamos por la mañana, pasamos de tener objetivos que cumplir y actividades que realizar, a tener una infinidad de tiempo libre que normalmente terminamos por cubrir con actividades innecesarias y que no nos aportan beneficio alguno; lo que en la mayoría de los casos nos lleva a sufrir la base de gran parte de las enfermedades: la monotonía.  Y es que llegados a la jubilación deberíamos plantearnos una serie de preguntas:

-          ¿Al cumplir los 65 dejo de ser una persona útil?

-          ¿La jubilación me impide seguir relacionándome con otras personas?

-          ¿Debo negar a otras personas el compartir mis experiencias y conocimientos?

-          ¿Ocupo mi tiempo libre en cosas que realmente me aportan beneficios?

-       ¿Sigo siendo una persona preocupada por lo que me rodea o la jubilación significa el encerrarme en mi mismo/a?

En muchos de los programas de televisión o publicaciones de salud, habréis oído hablar del Voluntariado y de las ventajas que nos aporta, pero, ¿sabes realmente por  qué el voluntariado es saludable para las personas mayores?

Porque beneficia tu salud física y psíquica (posibilitando  que éstas permanezcan activas), que aumenten tus relaciones sociales, que descubras nuevos estímulos y el realizar proyectos que obligan a salir de uno mismo.

Apuntarse al voluntariado puede ser una solución a los sentimientos de inutilidad, a la actitud pasiva y a los desánimos y pequeñas depresiones. Las personas mayores podéis y debéis seguir desempeñando un papel en importante en la sociedad de vuestra localidad, porque tenéis experiencia, disponéis de tiempo libre suficiente y tenéis que compartir con otros las ganas y la alegría por vivir.

Solo hay que echar un vistazo al sabio refranero popular español para encontrar ejemplos que apoyan esta idea:

"Hoy por ti, mañana por mí"

"Manos que no dais... ¿qué esperais?

                                                                          Pedro Ruiz Méndez

   Técnico Coordinador Provincial Alicante.