Más de 1,5 millones de personas mayores viven solas en
España, como recuerda la Fundación Amigos de los Mayores. A la soledad que
denunciaban en su campaña con motivo del Día Internacional de las Personas
Mayores se suma otra más personal y más íntima que dilata el tiempo sin
compañía y hace que las noches sean eternas.
El derecho a un envejecimiento activo y saludable
choca con la soledad a las que muchos se enfrentan y a las barreras
arquitectónicas que tienen que sortear. Jesús lleva tres años sin salir de su
casa porque no tiene ascensor.
Estas barreras, el aislamiento y el miedo a que les
pase algo les impide salir de su casa para dar un paseo, hacer la compra u
otras cosas que “cualquiera” da por sentadas en su vida diaria. Cada vez se
detecta un mayor número de personas como Concepción, una señora que no sale de
su casa desde hace siete meses, cuando sufrió una caída. Además de las secuelas
físicas queda el miedo a que una próxima caída pueda ser la última. Este miedo
a caerse empieza a considerarse una patología que sufren muchos ancianos.
La labor de personas voluntarias de distintas
organizaciones ha abierto la puerta a la casa de personas como Jesús y como
Concepción. El voluntariado social fomenta la actividad de los mayores.
Estudiantes universitarios, personas que trabajan o jubiladas acuden a
distintas organizaciones para visitar a mayores que viven solos para dar un
paseo, compartir conversación, un rato de ocio o para organizar otro tipo de
actividades en grupo. Los propios mayores hacen cada vez más actividades de
voluntariado. Además de una forma de participar, de implicarse en problemas que
afectan al conjunto de la sociedad y de ayudar a los demás, el voluntariado
social contribuye a que muchas personas se sientan útiles y activas.
Varias ONG organizan encuentros y actividades como
concursos de relatos, visitas culturales, etc. Se trata de fomentar la
participación las personas mayores. Una señora de 91 años que participa en la
ONG Solidarios para el Desarrollo escribió un poema titulado El mundo tan
grande, la gente tan sola. Termina así: “La soledad es una epidemia social. El
mundo tan grande. La gente tan sola”.
Si bien estos programas refuerzan las habilidades
sociales de las personas mayores y las mantiene activas, las personas
voluntarias suelen señalar que este encuentro les aporta incluso más a ellas
que a quienes dedican unas horas. Este enriquecimiento mutuo se da también en
iniciativas intergeneracionales que forman parte de la red Homeshare
International.
El programa Convive permite que personas mayores
alojen en su casa a estudiantes universitarios. No se trata de “alojamiento
gratuito”, sino de construir una relación de confianza, de aprendizajes
compartidos y de apoyo mutuo. La convivencia solventa problemas de soledad en
los más mayores y de alojamiento en los más jóvenes, al tiempo que se construye
una sociedad más pendiente de las necesidades y más integradora.
La labor desde las organizaciones consiste también en
sensibilizar a la sociedad sobre la situación social de las personas mayores.
Una sociedad equilibrada no puede permitir que el 51% de sus mayores viva bajo
el umbral de la pobreza, cifrado en 612 euros, como ocurre en España. El 62%
tiene problemas de salud, el 27% no recibe ninguna visita y el 82% ayuda a sus
hijos económicamente.
Se han denunciado atropellos contra derechos
fundamentales como la congelación de las pensiones, el bloqueo del actual
gobierno a la Ley de Dependencia y la impunidad tras la estafa de las
preferentes. Los directores de sucursales de bancos en los que confiaban les
ofrecieron productos financieros complejos sin decirles que no podrían
cobrarlos hasta muchos años después, cuando la mayor parte de ellos no
estuviera en este mundo.
Además de toda esta labor de sensibilización, de
denuncia y de programas para mejorar la vida de las personas, muchas
organizaciones promueven el voluntariado como escuela de valores y de
ciudadanía activa para fomentar una sociedad más justa y más equilibrada.
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Artículo de opinión por: Carlos Miguélez Monroy
Fuente: Revista Perú, edición nº3995 - Octubre 2014
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